Na edición del Oriente del diariu xixonés el Comercio apaez güei Martes 17 de Febreru Andecha Astur de Ribeseya, aunque seya de forma cuasi testimonial. Al final del tou de la noticia mencionase'l comunicáu de prensa qu'Andecha Astur fizo públicu'l pasáu Domingu día 15 y que puede atopase de forma íntegra nesti mesmu blog. Ensin más, equí ta la noticia:
http://www.elcomerciodigital.com/gijon/prensa/20090217/oriente/vecinos-cuerres-denuncian-nuevos-20090217.html
La Asociación de Vecinos de Cuerres ha denunciado ante el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil nuevos «destrozos» en la cuenca del río Guadamía. En concreto, las actuaciones y movimientos de tierra que está realizando la empresa Pumaradas Guadamía S.L. en la zona de Toskila, un tramo de río donde están enclavados un vetusto puente y un antiguo molino de interés arquitectónico y etnográfico. Según consta en la denuncia presentada el domingo en el cuartel de Cangas de Onís, la mencionada empresa ha abierto nuevos viales, «alterando el lecho del río con su relleno para poder vadearlo y destruyendo una presa que servía para abastecer agua al antiguo molino Toskila». Pero es que además, «se han arrancado de raíz una encina y un laurel, ambos de gran porte». Según el presidente de la asociación vecinal, José Domingo Fernández Blanco, «la encina quedó tirada sobre el antiguo puente de piedra con riesgo de afectarlo seriamente debido a su pésimo estado de conservación».
En definitiva, todos los trabajos que la mencionada empresa sigue realizando en la zona afectan tanto a la ribera como al cauce del río. Se trata de un paraje prácticamente virgen que se ha conservado con el paso de los años gracias a la espesa vegetación y maleza que lo rodea. La Asociación de Vecinos de Cuerres lleva más de diez años reclamando su recuperación, para crear una senda fluvial que una los puente del Bocarreru con la playa de Guadamía a través de los puentes de Mía, Arenes y Toskila, pero nunca ha encontrado el apoyo institucional necesario. En estos años todo han sido trabas y dificultades. En 1999 se denunció el desvío del cauce del río en la zona del Jogueru. La Confederación Hidrográfica del Norte de España abrió un expediente sancionador, pero «aún no se ha devuelto el río a su estado primitivo».
Fernández Blanco anunció que la denuncia presentada este domingo, acompañada de un informe fotográfico se presentará también ante Medio Ambiente de Asturias y la nueva Confederación Hidrográfica del Cantábrico «para que se haga respetar la Ley en la zona». «Si seguimos así, pronto serán mas grandes las multas por dejar el excremento de un perro en una calle que por hacer un atentado contra la naturaleza», lamentó Fernández Blanco. Este último argumento también fue defendido ayer por Andecha Astur, colectivo que se une al pueblo de Cuerres en este objetivo
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